El arte cubano tiene exponentes en todos los movimientos visuales de vanguardia y muchos de sus artistas han alcanzado fama internacional, además de tener un lugar considerable en el mercado del arte. Dentro de la Abstracción lírica, el pintor Baruj Salinas se impone por su trayectoria, su personalidad plástica, y por ser un vivo representante de la diáspora artística cubana.
La Abstracción cubana cuenta con una historia interesante en el marco de las vanguardias. La Abstracción Geométrica y Concreta y la Abstracción Lírica e Informalista del arte cubano, se incorporaron al gran movimiento Latinoamericano y Europeo de esta tendencia, por su calidad y visión.
El caso de Baruj Salinas, es especial, ya que sale de Cuba muy joven y encuentra su camino visual de una manera solitaria. Los años vividos en Barcelona, España, sus vínculos con Ginebra y su proyección desde Miami, lo convierten en artista internacional. Su obra se basa en los cromatismos y en la luz y conquista el espacio del cuadro con ráfagas de color y empaste, creando, a través de tonalidades y esfumatos, atmósferas casi místicas.
Se encuentra en importantes colecciones mundiales: Fundación Miró de Barcelona, Museo Nacional de Catalunya, España, Instituto Nacional de Bellas Artes de México, Museo de Bellas Artes de Budapest, Hungría, Instituto de Arte de Chicago, y en varios museos de Estados Unidos.
Nos vemos en su atelier, en galerías, en la tertulia de arte de los domingos y trabajé con él en una bella exposición que presentamos en la Universidad Nova. Un domingo tropical, entre sol y palmeras, nos pusimos a conversar.
AB: Baruj Salinas en la sala de exposiciones en Nova University (foto)
Baruj Salinas: Comencé a pintar a los seis años. Mi madre era pintora y yo la veía pintar y me gustaba. Me llevó a un maestro de pintura que consideró mejor, que me desarrollara solo. La pintura yo lo mantuve durante todos mis años escolares, en la secundaria y luego en la Universidad. En la Universidad tomé unas clases pero luego seguí Arquitectura, en Ohio.
AB: Maestro, ¿cuándo, entonces, decide dedicarse a la pintura?
BS: Yo era de una familia de bajos recursos y si me dedicaba a la pintura me iba a morir de hambre, entonces estudié Arquitectura. Me gradué en la Universidad de Ohio y empecé a trabajar con un arquitecto en México. Mi hermano vivía allá.
AB: ¿En México conoció al Dr Atl?
BS: Si, lo conocí, era el pintor de los volcanes, el paisaje mexicano me interesaba entonces. Luego, apliqué para la residencia en Estados Unidos. Regresé a trabajar con arquitectos y ya me quedé en Estados Unidos. Viví en San Antonio Texas, donde expuse, tuve premios aunque trabajaba como arquitecto.
Me gustaba la pintura abstracta, pero me atraía Monet y pintaba paisajes. En los años sesenta vine a vivir a Miami. El arquitecto no ganaba muy bien, tenía que ser muy conocido, poco a poco, fui derivando a la pintura de manera mas profesional.
AB: ¿Había en Miami un entorno apropiado para el arte en los sesenta?
BS: El entorno, se lo hace uno. Hice contactos con una galería en Coral Gables y comencé a exponer y a vender. Mi pintura tenía mucha influencia de la arquitectura, pinté varios temas arquitectónicos.
AB: Era lógico que la Arquitectura, que era su carrera, influyera en sus visiones. ¿Cómo va entrando en el mundo del color y la abstracción?
BS: Sin duda, la arquitectura influyó durante unos años. Luego uno va cambiando…Como te dije, me fascinaba la pintura de Monet, Renoir, los coloristas. Pintaba paisajes a mi manera, nunca copié. Recuerdo un paisaje que pinté en México, cerca del volcán Ixtlachitlan, en un pueblo que se llama Amecameca...
AB: Si, lo conozco, muy lindo pueblo. Allí, vivió Sor Juana Inés de la Cruz cuando era niña, en la Hacienda Panoaya…
BS: No sabía. Bueno, desde el pueblo se ven los dos volcanes el Popocatepetl y el Iztaccihuatl. Sabe, la luz y el color de México me impresionaron mucho. Recuerdo a Tamayo, quien fue amigo mío, el venía a Barcelona a hacer litografías que él llamaba mixografías…
AB: Si, conocí a Tamayo porque venía a la Galeria Arvil. Tamayo me explicó que era una técnica que había creado y la llamaba mixografía, porque era un técnica mixta.
BS: Correcto. Era una técnica mixta, con textura y usaba un papel muy bello. En el año 1974 me mudé a Barcelona, en España y allí me dediqué a la pintura de manera definitiva. Fue una etapa muy rica para mi. El tiempo que yo viví en España, desde el 74 al 92, fueron dieciocho años extraordinariamente ricos. Había artistas interesantes trabajando en Barcelona: Miró, Tapies, conocí también escritores, había una gran efervescencia cultural y artística, Barcelona era un centro cultural muy importante.
Con Miró estábamos solos en el estudio, era un viejito adorable, muy buena persona, muy noble y generoso, recuerdo que le llevé unos cuantos catálogos para que los dedicara a mi familia y él no sólo me los dedicó, sino que les hizo un dibujo a cada uno.
AB: Miró lo apreciaba a usted como artista…
BS: Bueno teníamos un intercambio muy lindo. Conversábamos sobre la idea de cambiar de dirección en la pintura, él fue figurativo pero un figurativo muy extraño. Ese tema nos preocupaba. Miró, no se daba aires siendo ya un maestro reconocido. Lo conocí cuando abrieron la Fundación Miró en Barcelona….
AB:… Hay otra Fundación Miró en Mallorca…
BS: En esa época también conocí a Calder, quien vino a comer a mi casa, con Miró y su señora. Había también un grupo de poetas y sobre todo, mucha confraternidad…
AB: Usted conoció a Maria Zambrano…
BS: Fue muy amiga mía. La conocí en Ginebra en 1975 y fui amigo de ella hasta que falleció en el 91. Una mujer que tenía una voz aterciopelada y le gustaba fumar, iba a visitarla a su departamento, ella sacaba el güisqui y nos poníamos a beber (ella bebía más que yo) hablando de arte, rodeada de gatos…ella me escribió un texto muy importante porque le gustaba mucho mi pintura. Decía que mi aproximación a la pintura era a través del blanco, en esa etapa plástica yo pintaba con mucho blanco.
Baruj Salinas: Three o.bands.bs
AB: Yo creo que en esos blancos del cuadro, en esa luz que se abre en sus abstracciones, aparece algo místico…
BS: Bueno, en realidad, cuando dejé por completo la figuración, comencé la Serie de las nubes, y luego empecé a componer cuadros con diferentes lenguajes, con pictogramas, ideogramas chinos y japoneses y el alfabeto hebreo y el griego…use esos alfabetos plásticamente y esa Serie duró casi doce años.
Lo místico tal vez tenga que ver con la cábala. Yo estudié mucho por mi origen judío. En la cábala hay un gran misterio. Hay un intercambio mental entre lo que uno lee, estudia y las imágenes que se agolpan en la mente y uno traduce a la pintura. Sin duda, que ha habido una acercamiento de sensibilidad e intelectual con la cábala. La cábala es algo muy importante para mi…
AB: Su pintura es color… ¿Qué significa para usted el color?
BS: El color ejerce en mi fascinación y me ha acompañado durante toda mi obra. Yo creo que soy colorista, el color viene de mi niñez, de esa vivencia cubana, aquella luz, el trópico, el mar, el verdor de la naturaleza, la vegetación. En Cuba vivía cerca del mar y caminaba al malecón a ver las olas…el color es la energía de mi obra. Y he sentido el reconocimiento a ese trabajo del color, porque para el artista es importante el reconocimiento, el pintor trabaja muy solo, es un trabajo solitario…
AB: Si, como el escritor, es importante el interés del público y el apoyo de otros artistas…
BS: En Barcelona tenía encuentro con artistas y escritores, hablábamos de arte y de política. Creo que los españoles nunca entendieron lo que fue la Revolución Cubana, hasta el día de hoy no entienden, tendrían que ir a Cuba para ver la miseria en la que vive el pueblo, carece de todo, no hay respeto por el pueblo cubano …
AB: Los europeos no nos entienden. Volvamos a Miami, recuerdo sus exposiciones en The Americas Collection, dirigida por Dora Faulli.
BS: La Galería estaba en Coral Gables, era un lugar de encuentro de artistas y de coleccionistas. Nos reuníamos a tomar café y comer pastelitos de guayaba, fue una época muy linda de gran intercambio. Actualmente, no sé que está pasando en el mundo del arte cubano, hay apartamiento, en vez de unión…
AB: Las grandes ferias Art Basel Miami Beach, Art Miami han dado un gran movimiento a la región pero ha desaparecido la bohemia de los años noventa…
BS: Eso se acabó…los curadores tienen mucha influencia sobre los coleccionistas, no se…
AB: Maestro, desapareció la bohemia y apareció el Mercado del arte. Usted ha realizado libros de arte que fueron expuestos en Europa y en Miami, son libros muy bellos…
BS: Cuando conocí a Orlando Blanco en 1975, en Ginebra, estaba trabajando en libro de artistas, con poetas y pintores, en una colección. El libro de arte es un libro especial, con arte original, son ediciones limitadas, numeradas. Blanco me presentó a Michel Butor, un gran escritor y le encantaba la pintura. Butor hacia incursiones en el mundo de la pintura y pintaba, además de escribir. También conocí a Pere Gimferrer, un catalán a ultranza, hablaba solo en catalán. También conocí a José Angel Valente, la afinidad que tenía con él, estaba basada en el judaísmo y en relación con la cábala, su poesía tiene un simbolismo muy específico, es cabalística. Hicimos un libro muy lindo que se llama “Tres lecciones de tinieblas”. Hice cinco libros de arte, fue muy buena experiencia, muy enriquecedora.
AB: Cómo definiría su abstracción lírica?
BS: Esa abstracción lírica de mis cuadros está basada en la liberación plástica, en la no restricción, no teorías o tendencias. En sentirme libre de hacer lo que deseo y quiero, sin amarramientos de ningún tipo, lo importante para un artista es la libertad. Por lo menos yo, baso mi estética en la libertad.